Detroit vibró con un espectáculo musical sin precedentes durante el partido de Thanksgiving de los Lions. Dos leyendas de la ciudad, Eminem y Jack White, unieron fuerzas para ofrecer un show de medio tiempo que quedará grabado en la memoria de los asistentes y de los fanáticos de la música en todo el mundo.
Un Dúo Explosivo
La sorpresa saltó cuando Jack White, el artista principal del evento, presentó a Eminem, el rapero ícono de Detroit, en medio de una ovación ensordecedora. Eminem, ataviado con una sudadera y una chaqueta de los Lions, saludó al público con un enérgico “¡Feliz Día de Acción de Gracias!”.
El medley que interpretaron incluyó dos himnos generacionales: “Seven Nation Army” de The White Stripes y “’Till I Collapse” de Eminem. La energía en Ford Field era palpable, con un público entregado que coreó cada verso y cada riff de guitarra.
Un Lanzamiento Inesperado
Pero la sorpresa no terminó ahí. Tras el espectáculo, Eminem y Jack White lanzaron un mini álbum de tres canciones que incluye la grabación de su actuación en el partido de los Lions. El álbum, coproducido por Third Man Records, Shady Records e Interscope, contiene:
- “That's How I'm Feeling” de Jack White
- El combo “Hello Operator” / “’Till I Collapse”
- “Seven Nation Army” de The White Stripes
“Seven Nation Army”, el clásico de The White Stripes, se ha convertido en un himno deportivo en estadios de todo el mundo, y la versión de White en Ford Field no fue la excepción. La canción cerró el set de ocho minutos, con todo el estadio como coro y las animadoras de los Lions como su propio cuerpo de baile.
Por su parte, “’Till I Collapse” parece haber reemplazado a “Lose Yourself” como la canción predilecta de Eminem en sus presentaciones en vivo. Este tema motivacional, lanzado en 2002 y que nunca fue single, se ha convertido en uno de los mayores éxitos del rapero, liderando incluso sus estadísticas de streaming en los últimos años.
Un Legado Musical
La colaboración entre Eminem y Jack White en el partido de los Lions no solo fue un espectáculo memorable, sino también un hito en la historia musical de Detroit. Dos artistas de diferentes géneros unieron fuerzas para celebrar su ciudad y su pasión por la música, dejando una huella imborrable en el corazón de sus fanáticos.