Tensión en la frontera: Polonia posterga reapertura con Bielorrusia
La reapertura de dos cruces fronterizos entre Polonia y Bielorrusia se ha pospuesto varias semanas, según anunció el Ministro del Interior polaco, Marcin Kierwiński. Esta decisión se produce en un contexto de crecientes tensiones y acusaciones mutuas entre los países vecinos.
Lituania, clave en la decisión
Kierwiński señaló que la decisión se tomó en coordinación con Lituania, cuyo cierre de sus propios cruces con Bielorrusia influyó en la postura polaca. "Habríamos hecho esto mucho antes si Lituania no hubiera cerrado sus propios cruces con Bielorrusia. Los lituanos son nuestros socios y estamos en contacto", afirmó Kierwiński.
Reapertura como prueba piloto
El Primer Ministro polaco, Donald Tusk, había anunciado previamente planes para abrir dos cruces fronterizos adicionales a principios de noviembre, describiéndolo como una "prueba" y advirtiendo que no dudaría en cerrar la frontera nuevamente si surgieran problemas de seguridad.
Bielorrusia responde
Por su parte, Bielorrusia ha expresado su desacuerdo con la reapertura unilateral de los cruces fronterizos de Bobrowniki y Kuznica. Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores bielorruso, Ruslan Varankou, declaró que Bielorrusia solo aceptará la reapertura cuando esté completamente preparada en términos de infraestructura, personal y, lo más importante, seguridad. Varankou criticó a los países vecinos por cerrar fronteras sin previo aviso y sin diálogo.
Contexto de tensiones
La relación entre Polonia y Bielorrusia se ha deteriorado en los últimos años, especialmente después de que Polonia acusara a Bielorrusia de orquestar una crisis migratoria en la frontera en 2021. La reapertura del cruce de Bobrowniki, cerrado desde febrero de 2023, también está condicionada por Polonia a la liberación del activista de la minoría polaca Andrzej Poczobut, encarcelado en Bielorrusia en un caso considerado políticamente motivado.
Implicaciones
Este tira y afloja fronterizo tiene implicaciones significativas para el comercio, el tránsito de personas y la estabilidad regional. La falta de diálogo y la toma de decisiones unilaterales solo exacerban las tensiones y dificultan la resolución de problemas comunes.