Lázaro Báez Vuelve a Ezeiza: ¿Justicia o Persecución Judicial?
Lázaro Báez Regresa a la Cárcel de Ezeiza: ¿Qué Hay Detrás de la Decisión Judicial?
El empresario Lázaro Báez, condenado en la causa “Ruta del Dinero K” y “Vialidad”, ha sido nuevamente trasladado al penal de Ezeiza por orden judicial, tras el rechazo de un habeas corpus presentado por su defensa. Este nuevo capítulo en el caso Báez plantea interrogantes sobre la imparcialidad del sistema judicial y las condiciones de detención del empresario.
La defensa de Báez había solicitado que se garantizara su atención médica, argumentando un estado de salud “crítico” y la falta de equipamiento adecuado en el Hospital Regional de Río Gallegos. Además, buscaban regresar al régimen de prisión domiciliaria. Sin embargo, el juez federal Claudio Vázquez rechazó el habeas corpus, ordenando su traslado al Complejo Penitenciario Federal I de Ezeiza.
¿Persecución o Justicia?
La causa Vialidad, que culminó con la condena de Cristina Fernández de Kirchner y que también involucra a Báez, ha sido objeto de severas críticas. Juristas, sectores políticos y organismos de derechos humanos han advertido sobre irregularidades en el proceso judicial que comprometen garantías constitucionales básicas. Se han señalado:
- Falta de imparcialidad judicial, con vínculos entre jueces y actores opositores.
- Acusaciones de lawfare (persecución judicial y mediática).
- Ausencia de pruebas directas contundentes.
- Exposición mediática parcial y anticipada del caso.
La defensa de Báez ha denunciado un “agravamiento ilegítimo de las condiciones de detención”, describiendo un alojamiento en un sector conocido como “buzón” o “leonera”, un espacio reducido y sin condiciones de habitabilidad mínima. Según la defensa, el lugar carece de baño, ventilación adecuada, higiene y alimentación apropiada.
El Trasfondo del Caso
Este nuevo intento de Báez de modificar sus condiciones de detención se produce en un contexto de crecientes críticas al manejo judicial de casos que involucran a figuras políticas. La pregunta que surge es si estamos ante un genuino proceso judicial o ante una forma de persecución política.
Mientras tanto, Lázaro Báez deberá permanecer en Ezeiza, a la espera de que se resuelvan sus pedidos de atención médica y mejores condiciones de detención. La polémica, sin duda, continuará.