Pentecostés: Papa León XIV llama a derribar muros y abrir fronteras
En un emotivo mensaje durante la misa de Pentecostés, el Papa León XIV instó a los fieles a superar divisiones y prejuicios, abriendo las fronteras del corazón y construyendo puentes en lugar de muros. El pontífice denunció los peligros del egoísmo, el individualismo y los nacionalismos políticos que alejan a las personas y alimentan la exclusión.
Un llamado a la unidad y la paz
Inspirado en el relato de los Hechos de los Apóstoles, León XIV destacó que el Espíritu Santo nos impulsa a derribar barreras, tal como Benedicto XVI lo había expresado previamente. La Iglesia, según el Papa, debe ser un espacio donde se abran fronteras entre los pueblos y se eliminen las barreras entre clases y razas.
El Espíritu Santo: fuerza transformadora
El Papa León XIV identificó tres dimensiones esenciales en la acción del Espíritu Santo: la apertura de fronteras en nuestro interior, en nuestras relaciones y entre los pueblos. El Espíritu Santo desafía el egoísmo y el miedo, invitándonos al amor y la solidaridad. En un mundo hiperconectado, el Papa lamentó la soledad y el aislamiento que aún persisten.
- Apertura interior: Romper con el egoísmo y el individualismo.
- Relaciones fraternas: Construir puentes de entendimiento y empatía.
- Unidad entre pueblos: Superar nacionalismos y prejuicios.
Advertencia sobre los nacionalismos y la exclusión
León XIV advirtió sobre los riesgos de los nacionalismos políticos, que “alejan del prójimo” y fomentan el prejuicio. En un contexto geopolítico tenso, el Papa instó a los líderes mundiales a realizar gestos de distensión y diálogo, priorizando la paz y la reconciliación.
El pontífice también se refirió a la violencia de género, denunciando la “voluntad de dominar al otro” que conduce a trágicos desenlaces. En su llamado a la paz, León XIV resaltó que esta debe arraigarse en los corazones, para luego extenderse a las familias, la sociedad y las relaciones internacionales.